ENCIERNES, O EL LUGAR INCONCLUSO. (2)

A Enciernes voy queriendo encontrar la luz que me dejé a medio camino. Nadie está seguro si la apagué o quizás se mantenga encendida una pequeña llama del color de la esperanza. Dicen que no se apaga, pero a veces anda perdida iluminando caras ocultas. Apartaré las sombras con los dedos y la veré caer como los churretones de miel de las bocas golosas. 

Día 23 de marzo, 2014

A Enciernes voy queriendo encontrar la luz que me dejé a medio camino. Nadie está seguro si la apagué o quizás se mantenga encendida una pequeña llama del color de la esperanza. Dicen que no se apaga, pero a veces anda perdida iluminando caras ocultas. Apartaré las sombras con los dedos y la veré caer como los churretones de miel de las bocas golosas. 

Día 23 de marzo, 2014

En recta a Enciernes, dudo si subo o si bajo, no hay referencias cardinales que me indiquen el camino. El sol nos acompaña, a veces, y hace giros, ruedos, miradas…  Me fijo en el canto de una dura roca, la nota no es suficiente como para cortar el silencio. Miro al cielo que resulta ser una bóveda llena de estrellas que hacen coros a un luminoso roncho que se coloca para unas fotos y en todas puedes decir lo que desees, amanecer para los que se encaminan, atardecer para los que prefieren soñar… sea como sea, Enciernes es la que se acerca. 

Día 24 de marzo, 2014

 

 

 

 

 

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