Archivo de la categoría: ENCIERNES, O EL LUGAR INCONCLUSO.

Enciernes es un lugar por determinar. En esas estamos, cada día.

ENCIERNES, O EL LUGAR INCONCLUSO.(4)

En Enciernes encuentro lo que no sabía que buscaba. Había sido yo la que preparaba las llegadas, tenía bebida templada, lista para, si se diese el caso, calentarla o comenzar a soplar con viento fresco para ser refresco de bocas secas, y no, ellos ya nos tienen hecho el caldo. Se agradece esta deferencia y veo que las gentes aquí son bien aventuradas. Dije bien, que lo son, tienen todos caras de tener unas grandes y buenas aventuras, y no las llevan a sus espaldas como sería de esperar. Las presiento, sus aventuras, en los lugares más insospechados, por ejemplo, en un párpado que cae a mi paso, o en un estrecharme la mano y dejar que gire la muñeca como si estuviese abriendo una puerta. Así lo noto, y sé que nos serán contadas. 

Día 28 de marzo, 2014

En Enciernes las casas están a medio hacer. Nadie se preocupa si una entrada necesita una puerta o si no hay manera de subir a la estancia del piso alto porque no hay peldaños en la escalera. Importa poco si las tejas se sustentan por hilos invisibles y no por vigas, se caen si lo desean, y se vuelven a colocar. Ves un grupito de ellas, de tejas, con mejor sentido colocadas de platos sobre una mesa, listas para dejar que las gotas de caldo bailen de un lado a otro. Sirvieron para las sopas y nos vimos en la necesidad de ir tentando a la suerte para que sirviese, la sopa, de charco donde chapotear al compás, con los cientos, miles, diría yo, de fideos finos que la componían.

Día 28 de marzo, 2014

En Enciernes dormimos. Nunca había soñado tanto, ni me había despertado con tantas ganas. Me desperté espabilada y los sueños aun rondaban a mi lado, ellos no querían dejar de jugar y pude verlos saltar de cama en cama, de la ventana a la calle, jugueteando con otros sueños, los de otros, y se contaban como era que soñaban y no sabía yo que los sueños también sueñan y por eso no se quieren ir a dormir. Me dicen que no me preocupe por ellos, que se cansan pronto y padecen del olvido. Irán cansándose y arrugándose, y se quedarán en un rinconcito esperando que llegues cansado, y te dejes la puerta abierta y se meterán por los agujeros de la nariz, y volverán a querer tomar de tus cosas para seguir creciendo. 

Día 29 de marzo, 2014

 

 

 

ENCIERNES, O EL LUGAR INCONCLUSO.(3)

Hacia Enciernes el camino se alarga por el deseo del llegar. Veo con curiosidad pequeños indicadores que muestran la meta, hacen preguntas irreverentes y noto que de no ser correcta la respuesta, retrocedes, o un árbol enorme se presenta; asaltan las dudas y no sabes si trepar o simplemente sentarte a meditar la respuesta que diste. La vida es así, tal que así. Hay vidas llenas de muros donde solo puedes ir escribiendo los pareceres; en otras se salpican de árboles para el mejor hacer. Así es la vida, a veces parar, a veces trepar, siempre pensar como el respirar. Ya llegamos. 

Día 25 de marzo, 2014

Enciernes nos mira, ahora está cercano y podemos oler a pan en el horno, a sal marina recién espolvoreada, o un intenso rojo que nos entra por los huecos nasales como si pudiesen masticar. Me retengo, no quiero dejar que mis pies corran más de lo necesario, la visión bien merece un despacio y en despaciosamente dejo que la luz, esa que veo está a medio encender, me llegue. Llega con un brazo abierto, como dando un medio abrazo, la otra mano gesticula para que nos acerquemos. Tiene un sombrero enorme, de amplísimas alas, todo cubierto de fresas que nos miran también. El llegar es inminente, aprisiono la respiración que quisiera compartir con todos. Ventea a polvo de recién conseguidos. 

Día 26 de marzo, 2014

Llego a Enciernes andando; sé que al paso que voy da lo mismo que use un pie u otro. Mientras esto hago, dar pasos, el pie que se queda en el aire reposa, mira al otro quizás con un poco de recelo, piensa que estaría bien ir acompasados, dar el avance juntos, a la vez. Luego, luego le toca a el y vuelta a empezar. No sé el motivo, ni la razón, pero aquí mis pies han tomado la iniciativa y se sienten independientes, como si no hubiesen tenido bastante yendo colgados de mis carnes. Temo los voy a perder, se alejaran de mi y no son mis hijos, son más que eso, son casi yo, aunque mi yo, creo yo, lo tengo en otra parte más elevada. Caminar sobre cosquillas que hacen cantos que ruedan sin parar… esto es Enciernes.

Día 27 de marzo, 2014

 

 

 

 

ENCIERNES, O EL LUGAR INCONCLUSO. (2)

A Enciernes voy queriendo encontrar la luz que me dejé a medio camino. Nadie está seguro si la apagué o quizás se mantenga encendida una pequeña llama del color de la esperanza. Dicen que no se apaga, pero a veces anda perdida iluminando caras ocultas. Apartaré las sombras con los dedos y la veré caer como los churretones de miel de las bocas golosas. 

Día 23 de marzo, 2014

A Enciernes voy queriendo encontrar la luz que me dejé a medio camino. Nadie está seguro si la apagué o quizás se mantenga encendida una pequeña llama del color de la esperanza. Dicen que no se apaga, pero a veces anda perdida iluminando caras ocultas. Apartaré las sombras con los dedos y la veré caer como los churretones de miel de las bocas golosas. 

Día 23 de marzo, 2014

En recta a Enciernes, dudo si subo o si bajo, no hay referencias cardinales que me indiquen el camino. El sol nos acompaña, a veces, y hace giros, ruedos, miradas…  Me fijo en el canto de una dura roca, la nota no es suficiente como para cortar el silencio. Miro al cielo que resulta ser una bóveda llena de estrellas que hacen coros a un luminoso roncho que se coloca para unas fotos y en todas puedes decir lo que desees, amanecer para los que se encaminan, atardecer para los que prefieren soñar… sea como sea, Enciernes es la que se acerca. 

Día 24 de marzo, 2014

 

 

 

 

 

ENCIERNES, O EL LUGAR INCONCLUSO. (1)

Camino a Enciernes la luz del cielo hurta mi mirada, guardará reposo en las nubes rosadas que tiñen el abrazo y hacen que el caminar sea un poco mejor. Veo una bandada de pájaros blancos y negros hacer juego con el suelo de las paradas y siento que debo continuar, aunque llegue tarde como siempre. El sol saca largos brazos buscando las galletas de desayuno, ha de mojarlas en todas las leches de fresa.

Día 23 de marzo, 2014

Al ir a Enciernes tomamos el camino convexo, lo apretamos, hasta que los pasos bailan solos, interrumpiendo, las risas de los pies, las conversaciones. 

No hemos de llegar pronto. Todo el mundo sabe que las charlas no tienen finito, se alimentan de la música de las palabras; las previstas cosas de la ruta nos hacen montar en la iluminación, es la fuerza del querer que se disipa como la luz del día. 

Día 23 de marzo, 2014